¿Qué son y para qué sirven los selladores?

Cuando le comento a los padres que hay que sellar las muelas permanentes de su hijo, incluso en ocasiones las muelas de leche, me hacen múltiples preguntas sobre el tema. Comentan que este tratamiento no se hacía antes, que han oído que los selladores pueden producir caries, que si un sellador es lo mismo que un empaste, etc.

El uso de selladores de fosas y fisuras para evitar la aparición de caries ha sido y es una de las técnicas más eficaces para la prevención de esta enfermedad. Es por ello que en este post quiero compartir con vosotros la información más actualizada sobre este tema, basada como siempre en las recomendaciones de Sociedades Científicas importantes y estudios clínicos con evidencia científica.

¿Qué son los selladores?

Consiste  en la colocación de un material sobre las fosas y fisuras de las muelas, creándose una barrera física que impide la aparición de la caries ya que se evita el acceso de las bacterias cariogénicas y de éstas a su fuente de nutrientes.

Los selladores fueron introducidos hace más de 50 años en la Odontología y desde entonces han sufrido diferentes cambios en cuanto al material de uso, técnica más recomendable para su realización o las indicaciones más adecuadas teniendo en cuenta al paciente y el diente. E incluso hubo épocas pasadas en las que se disminuyó la práctica de los selladores, ya que la introducción de los materiales con flúor (tanto en consulta cómo en casa) redujo bastante la aparición de caries, lo cual produjo un cambio de actitud  a “no hacer nada para esperar que pasa”.

La Academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) defiende que la colocación de selladores en niños y adolescentes ha mostrado una disminución en la incidencia de la caries en un 80% después de un año y del casi 60% después de 4 años.

Además el enfoque  de la Odontología ha cambiado, pues estamos viviendo una nueva etapa orientada a la Salud y a preservar los dientes sanos, ya que se ha descubierto que la restauración de la caries mediante empastes, prótesis o implantes NO CURA esta enfermedad. Por ello, lo mejor es empezar en estado de Salud Oral y realizar tratamientos en los dientes que eviten la aparición de caries futuras.

¿Qué dientes deben ser sellados y qué edad es la más recomendable?

Para tener éxito cuando indicamos la colocación de un sellador hay que hacer una adecuada selección tanto del paciente como del diente en el que se va a realizar.

Las recomendaciones más actuales para indicar el uso de selladores son:

  • Prevención de la caries en cualquier diente temporal o permanente cuando se determina que dicho diente o paciente tiene un riesgo de producir caries.
  • Lesiones de caries incipientes o no cavitadas en niños, adolescentes y adultos para evitar que esta lesión progrese en el tiempo.

Por tanto, la indicación de los selladores no incluye sólo a los niños (aunque es el paciente más frecuente) sino a cualquier persona sea cual sea su edad. Es decir, los adolescentes y los adultos no están exentos de este tratamiento pues pueden existir situaciones concretas que aumenten su riesgo de caries: pacientes médicamente comprometidos con medicaciones azucaradas  y de prescripción prolongada, tratamientos de radioterapia, pacientes con necesidades especiales física y/o psíquica con dificultades para mantener una correcta higiene oral, etc.

Por supuesto, los selladores no evitan por sí mismos la aparición de caries, es decir, su colocación debe estar acompañada siempre por el resto de medidas básicas de prevención, que incluyen: correcta higiene dental con un adecuado cepillo y pasta, uso de seda dental, dieta saludable baja en azúcares, fluorizaciones y revisiones periódicas al dentista.

¿Deben revisarse los selladores tras su colocación?

Por supuesto, porque si existe una pérdida total o parcial del sellador tras su colocación y no se repone puede dar lugar a que el sellador fracase en su intento de prevenir la caries.

La pérdida total o parcial del sellador puede producirse por diferentes motivos: que la técnica de colocación no ha sido correcta, difícil manejo de la conducta del paciente, especialmente si son niños pequeños;  poca retención del material usado para realizar el sellador, etc.

Por todo lo anterior, es imprescindible que para garantizar el éxito de los selladores sea preciso vigilarlos y mantener un correcto sellado, ya que la pérdida total o parcial del sellado llevaría a un incremento en el riesgo de caries.

En conclusión:

  • Los selladores es un método efectivo para la reducción de caries.
  • La realización de los selladores es una medida complementaria más en la estrategia de prevención que se debe llevar a cabo. Esta estrategia incluye también una correcta alimentación y cepillado, aplicación de flúor y visitas periódicas con el odontopediatra/dentista.
  • Es fundamental la revisión y mantenimiento adecuado del sellador para garantizar la efectividad del tratamiento.
  • La población en general debe aprender que la eliminación de las lesiones de caries no curan esta enfermedad, pues estos tratamientos no influyen sobre los factores que causan la caries. Debe existir un cambio de pensamiento para empezar a entender que lo ideal y lo más efectivo para luchar contra la caries es comenzar trabajando en estado de salud promoviendo la prevención y la educación de los pacientes. Por tanto, pacientes y dentistas no olvidéis que tenemos que crear planes de tratamientos que sean proyectos de salud y no de enfermedad.
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