06 May ¿Crees que tus hijos se alimentan bien?
¿Crees que tus hijos se alimentan bien?
Si tienes hijos o menores a tu cargo, seguramente pienses que se alimentan bien.
Eso es al menos lo que cree el 90% de los encuestados. Sin embargo, en España casi uno de cada dos niños tiene exceso de peso. ¿Cómo se explica esto? ¿Es posible que nuestros hijos no se estén alimentando tan bien como pensamos?
Obesidad infantil
Si sigues habitualmente este blog, sabrás que este post es la segunda y última parte de una serie dedicada a la obesidad infantil que dio comienzo con el artículo anterior. Así, antes de comenzar, conviene que recordemos brevemente algunas de las cuestiones que tratamos en él, ya que son de vital importancia:
– La OMS califica la obesidad infantil como “uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI” y advierte que los niños con obesidad y con sobrepeso tienden a seguir teniendo obesidad en la edad adulta. Esos niños tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como diabetes y enfermedades cardiovasculares, lo que contribuye a situar el sobrepeso y la obesidad en el quinto puesto en riesgo de mortalidad a nivel mundial.
– En España el 43% de los niños presenta exceso de peso (24,6% sobrepeso y 18,5% obesidad), según el estudio ALADINO 2013 sobre obesidad infantil.
Estado nutricional de niños españoles entre 7 y 8 años, según los valores de referencia de la OMS (Estudio ALADINO 2013)
– Según la OMS, la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantiles es el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico. Esto puede llevarte a pensar que la obesidad es cuestión de sumar y restar calorías (y dicho sea de paso, me temo que esto es lo que parecía dar a entender el post anterior). Sin embargo, esto no es más que una simplificación de un problema tremendamente complejo en el que intervienen numerosos factores (Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y autor del blog Mi dieta cojea lo explicó muy bien en la última edición del evento Naukas de divulgación científica). Así, en el mencionado estudio ALADINO 2013, se señalan algunos de esos factores, que ya vimos en su día y que resumimos a continuación:
- una alimentación inadecuada, rica en alimentos hipercalóricos, con elevado aporte de azúcares, harinas refinadas, grasa, sal y proteínas de origen animal, con raciones abundantes y pobre en alimentos de origen vegetal.
- una escasa actividad física,
- un ambiente obesogénico (es decir, que favorece la obesidad), tanto en el hogar como en la escuela y en la comunidad,
- otros factores, como la disminución de horas de sueño
– Es importante que tengas presente que para mantener un buen estado de salud es fundamental no beber alcohol, no fumar, realizar actividad física de forma regular y mantener una dieta adecuada, basada fundamentalmente en alimentos de origen vegetal (verduras, hortalizas, frutas, legumbres, cereales integrales, etc.). Es importante además que estas prácticas se lleven a cabo desde edades tempranas porque es precisamente cuando se convierten en hábitos que en muchos casos van a acompañarnos a lo largo de nuestra vida.
Guía para una alimentación saludable elaborada por la Escuela Pública de Salud de Harvard y los editores en Publicaciones de Salud de Harvard. (Fuente)
¿Tus hijos se alimentan adecuadamente?
Si tienes hijos o menores a tu cargo, lo normal es que desees que vivan muchos años y que los vivan con salud, algo que, como acabamos de mencionar, está determinado en gran medida por la alimentación. Imagino que eso ya lo sabías y que intentas que esos niños adquieran hábitos saludables y se alimenten adecuadamente. Sin embargo, los datos parecen indicar que muchos de ellos no lo hacen (recuerda que el 43% de los niños españoles tiene sobrepeso). ¿Cómo se explica esto? Ya hemos visto que hay diversos factores que favorecen la obesidad, pero en esta ocasión vamos a centrarnos especialmente en uno de ellos: el papel que juegan los padres o los responsables de esos menores en su alimentación y los motivos que les pueden llevar a tomar determinadas decisiones que se pueden calificar de poco saludables.
Papelera de un parque infantil cualquiera, un día cualquiera.
Consumo de azúcar Como comentamos al comienzo de este artículo, seguramente pienses que tus hijos se alimentan bien, ya que eso es lo que piensa el 90% de los encuestados. Y tal vez lo hagan, no digo que no. Pero también hay padres a los que no les interesan estas cosas (supongo que no llegarán a leer este artículo) y padres que creen que sus hijos se alimentan de forma adecuada cuando en realidad no lo hacen. Para que te hagas una idea de lo que estamos hablando, tan sólo tienes que darte una vuelta por un parque infantil a la hora de la merienda. A buen seguro verás un notable predominio de productos lácteos azucarados, zumos y galletas (o similares). En definitiva, harinas refinadas, grasa y azúcar. Mucho azúcar.
Ya vimos en un artículo anterior que el azúcar no es un veneno, pero que consumido en grandes cantidades puede acarrear graves problemas de salud, como caries dental, obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo II (que se asocia al consumo de bebidas azucaradas). Por eso la OMS recomienda que el consumo de azúcares añadidos debe representar menos del 10% de la ingesta total diaria (indica además que si dicha ingesta se reduce a menos del 5% se obtendrán beneficios adicionales). Recordemos que eso significa un consumo de unos 50 gramos diarios en una persona adulta, es decir, menos de 18 kg de azúcar al año (o menos 25 g/día o 9 kg al año si queremos obtener beneficios adicionales). ¿Cuál es el consumo medio en España? En este país el consumo anual de azúcar está entre 30 kg y 41 kg por habitante y año; más del triple de lo que sería recomendable. Pero ¿de dónde sale tanto azúcar? Para la población general, las principales fuentes de azúcar son: el consumo directo (es decir, el azúcar que añadimos por ejemplo al café o a los postres caseros), las bebidas azucaradas, los productos lácteos azucarados y la bollería-repostería. En lo que respecta a la población infantil, se podría decir que la cosa no mejora en absoluto.
En la población general el consumo total de azúcar se reparte entre el consumo directo (24%) y el azúcar añadido a los alimentos (76%). (Fuente)
¿Qué alimentos forman parte de la dieta de tus hijos?
- Desayuno: leche con cacao soluble y galletas
- Almuerzo: zumo y galletas
- Comida: natillas
- Merienda: galletas, producto lácteo azucarado tipo petit-suisse
- Cena: yogur azucarado
Es sólo un ejemplo inventado, pero ¿no crees que se acerca bastante a la realidad diaria de muchos de los menores que habitan nuestro país? Considerando los productos que acabamos de mencionar, la cantidad total de azúcar añadido sería de unos 84,1 gramos*, lo que supondría casi 31 kilogramos de azúcar al año, es decir, casi el doble de la dosis máxima recomendada para adultos (hay que considerar que, obviamente, las dosis máximas recomendadas son más bajas en el caso de la población infantil). Y eso sin tener en cuenta el posible consumo de chucherías (gominolas, caramelos, chocolatinas, etc.) o refrescos (una sola lata de Coca Cola contiene 39 gramos de azúcar). (*Puedes consultar los cálculos al final del artículo).
Un batido de chocolate tiene más cantidad de azúcar de la que muchos padres piensan. (Fuente)
Ambiente obesogénico
Después de esto que acabamos de ver, la pregunta es evidente: ¿qué lleva a unos padres a permitir que sus hijos tomen tanto azúcar? ¿Puede que no conozcan la enorme cantidad de azúcar que contienen esos alimentos? ¿O acaso no saben lo perjudicial que puede resultar su abuso? La respuesta corta (que no sencilla) es que la mayoría de nosotros vivimos en un ambiente obesogénico, es decir, un ambiente que favorece la obesidad. ¿Y cómo lo hace? Pues de muchas formas. Entre los factores que contribuyen a ello podríamos hablar de:
– Educación
Gran parte de la población tiene pocos conocimientos en materia de alimentación y muchos de los que cree tener son erróneos. A esto habría que añadir además que es frecuente encontrar una importante falta de criterio y de pensamiento crítico que permita discernir entre información rigurosa y la que no lo es, algo que se agrava en el océano de información que ofrece Internet. Numerosos profesionales relacionados con la alimentación y la filosofía, respectivamente, llevan años denunciando las carencias del sistema educativo en estos aspectos.
Food Revolution es un movimiento promovido por el famoso chef Jamie Oliver que defiende, entre otras cosas la importancia de la educación alimentaria (Fuente)
– Desinformación
Cuando se trata de alimentación, la información poco rigurosa o directamente falsa está a la orden del día. Entre los responsables de esta infoxicación podríamos destacar: estudios científicos poco rigurosos o con conflictos de interés, medios de comunicación que en muchas ocasiones contribuyen a difundir mitos y verdades a medias, profesionales sanitarios y docentes poco rigurosos o con conocimientos obsoletos o desactualizados, publicidad alimentaria poco ética, charlatanes que se lucran a costa de engañar a los consumidores, etc.
A veces el parecido entre la información publicada en un artículo científico y la que finalmente aparece en la prensa es pura coincidencia. (Fuente)
– Aspectos socioeconómicos
El precio del producto es un factor a tener muy en cuenta, ya que en muchos casos determina la decisión de compra (recuerda que buena parte de los alimentos insanos destinados al desayuno y la merienda de los niños suelen costar alrededor de un euro: chocolatinas, bollos, galletas, etc.). Por otra parte, el nivel social y cultural determina la elección y los comportamientos alimentarios que, en última instancia, pueden producir enfermedades relacionadas con la dieta.
– Baja percepción del riesgo
La falta de conocimientos, la despreocupación o, en definitiva, la baja percepción acerca del riesgo que puede suponer una dieta inadecuada, lleva a muchos padres a ofrecer alimentos insanos a sus hijos de forma habitual. Ya sabes, “por una galletita no pasa nada”. Y es cierto. No pasa nada por comer alguna galleta o cualquier otro alimento superfluo de forma ocasional (salvo excepciones que creo no es necesario explicar). El problema es que esa baja percepción del riesgo, y quizá un poco de autoengaño, acaban convirtiendo lo que debería ser “consumo ocasional” en “consumo habitual”.
La baja percepción del riesgo de una dieta inadecuada por parte de algunos padres lleva a sus hijos a consumir de forma habitual bebidas con un elevado contenido en azúcar. (Fuente)
Muchos creen que comer de forma saludable supone una gran inversión de tiempo y de esfuerzo en lo que a preparación de alimentos se refiere, y optan por la solución que creen más práctica (cómoda, limpia, económica, etc.): paquetes individuales de zumo, de galletas, de purés de frutas o de postres lácteos. Ni que decir tiene, que una dieta saludable no tiene por qué tener todos esos inconvenientes que se presuponen. De hecho, si está bien planteada puede ser incluso más práctica (cómoda, fácil, rápida, limpia y económica, etc.).
Ni siquiera esta manzana se libra de los etiquetados de moda (sin aditivos y 100% natural)
– Falta de tiempo
– Gustos y aversiones del niño
Los gustos y aversiones del niño por determinados alimentos condicionan a muchos padres a la hora de ofrecerle una determinada comida u otra. Así, es frecuente ofrecer yogures azucarados en lugar de naturales, leche con cacao soluble en lugar de leche sola o patatas fritas en lugar de calabacín, por poner varios ejemplos. A este respecto hay que tener en cuenta varias cuestiones:
- por razones evolutivas, los sabores dulce, salado y graso nos gustan mucho, así que es normal que un niño prefiera un alimento rico en azúcar, sal o grasa por encima de otro que no contenga esos ingredientes. El problema es que si le habituamos a consumir esos alimentos más palatables desde pequeños y a todas horas, difícilmente elegirá otros que no lo son tanto. Sería complicado explicar en pocas palabras por qué ocurre esto (si tienes interés, puedes ver la explicación de Luis Jiménez, autor del recomendable blog Lo que dice la ciencia para adelgazar, en la última edición del evento de divulgación científica Naukas).
Cacao soluble para biberón con un 46% de azúcares. La “mejor” forma de iniciar a nuestro bebé en el consumo de azúcar. Y con el sello de la Asociación Española de Pediatría…
- muchos padres tienen prejuicios a la hora de ofrecer ciertos alimentos a sus hijos (por ejemplo, hay quien de entrada no les ofrece yogures naturales o brócoli porque piensan que no les van a gustar). Lo que suele ocurrir en estos casos es que el niño acaba por adquirir los prejuicios y aversiones que tienen sus padres hacia determinados alimentos.
- hábitos nada recomendables como obligar a los niños a comer, pueden provocarles aversiones hacia determinados alimentos.
-Tamaño de las raciones
El tamaño de las raciones de ciertos alimentos ha aumentado significativamente con el paso del tiempo (vasos de refresco, hamburguesas, cubos de palomitas de maíz, etc.). Para que te hagas una idea, desde principios del siglo XX el tamaño de una “ración de chocolate” (una chocolatina) se ha visto incrementado en un 1233%. En España dos casos bien conocidos a este respecto son el petit suisse-Danonino y las galletas Príncipe.
El incremento de tamaño junto con un cambio de formulación (se supone más saludable) de las galletas Príncipe ha dado mucho que hablar entre los consumidores habituales de este producto. (Fuente)
– Desinterés
Quizá te suene extraño, pero hay padres que simplemente no se preocupan por lo que comen sus hijos; cualquier cosa que les llene el estómago les parece adecuada.
– Malos hábitos a la hora de comer
Obligar a comer al niño, utilizar la comida a modo de incentivo (es decir, como premio o castigo) o comer delante del televisor son algunos hábitos nada recomendables si quieres que tus hijos se alimenten adecuadamente.
– Malos hábitos a la hora de comprar
Acudir al supermercado sin saber lo que se va a comprar, hacer la compra con hambre, no limitarse a comprar lo que se ha planificado previamente o no consultar el etiquetado de los productos que vamos a adquirir son malos hábitos que pueden contribuir a una dieta poco saludable.
Es recomendable consultar el etiquetado del producto (si es que lo encuentras).
– Ubicuidad de publicidad y de alimentos insanos
Los alimentos insanos están omnipresentes en nuestra sociedad, ya sea en forma de publicidad (en marquesinas de autobuses, televisión, prensa, radio, Internet, cine, vallas publicitarias, equipamientos deportivos, etc.) o de forma física (en kioskos, cines, supermercados, universidades, bares, centros comerciales, etc.). A muchos padres les preocupa además la influencia de las personas con las que sus hijos se encuentran en el día a día: el amable camarero que le regala una piruleta, la simpática frutera que le ofrece caramelos o los compañeros de juegos que meriendan galletas de chocolate. A este respecto lo que vienen a decir los profesionales es que si los hábitos que adquieren los niños en casa son saludables, no tenemos de qué preocuparnos.
Los alimentos insanos nos rodean. (Fuente)
En el artículo anterior hablamos principalmente de la publicidad de alimentos dirigida a niños y del código ético con el que se regula, el denominado código PAOS. Ya mencionamos que son muchos los profesionales que denuncian su incumplimiento sistemático (sin que de ello se deriven consecuencias reseñables), así como su ineficacia. Por ello muchos de esos profesionales abogan por prohibir directamente la publicidad de alimentos dirigida a niños. Además reclaman, entre otras cosas, gravar con impuestos los alimentos insanos, realizar más campañas de educación y concienciación, la presencia de dietistas-nutricionistas en la sanidad pública y la inclusión de una materia obligatoria sobre alimentos en el sistema educativo.
Publicidad dirigida a niños. Nag factor
¿Te has parado a pensar por qué parte de la publicidad de alimentos infantiles está dirigida a niños cuando se trata de personas que no tienen poder adquisitivo? La respuesta es evidente. Los responsables de esas campañas publicitarias saben que convencer a un niño para que adquiera un producto es mucho más fácil que convencer a un adulto (el primero es mucho más crédulo y no tiene capacidad de discernir). Los publicistas saben además que con eso ya tienen el trabajo prácticamente hecho; del resto ya se encargará el niño. Y es que, por si aún no te has dado cuenta, cuando los niños quieren algo pueden insistir incansablemente y de formas, digamos, bastante efectistas (¿nunca has visto a alguno pataleando y berreando en el suelo de un supermercado para conseguir una chocolatina?). Como resultado, es fácil que los padres cedan a estas presiones y acaben por comprar el producto en cuestión. Pues bien, esto que acabamos de contar tiene un nombre: nag factor o factor de fastidio.
Las tácticas que se emplean para convencer a los niños de que adquieran los productos alimenticios que van dirigidos a ellos, o bien, para hacer que sean más atractivos a sus ojos, se basan principalmente en los aspectos que puedes leer a continuación:
Marca comercial
La denominación comercial del producto es un elemento que en ocasiones se utiliza para intentar atraer a los más pequeños: Tigretón o Danonino serían ejemplos de nombres claramente infantiles.
Petit-suisse Danonino, con calcio, proteínas, vitaminas, bajo en grasa, pero con aproximadamente un 13% de azúcar. (Fuente)
Diseño del envase
Si te detienes a observar los envases de alimentos infantiles verás que suelen presentar elementos que los hacen especialmente atractivos para niños, por ejemplo colores vistosos (básicos y saturados), formas sugerentes (por ejemplo tarrinas de helado con formas de animales) y otros detalles que veremos a continuación.
Esto que ves aquí es el envase de un helado. (Fuente)
Personajes infantiles
La inclusión de personajes infantiles en los envases o en las campañas publicitarias de alimentos dirigidos a niños es otra de las tácticas que suelen emplearse para despertar el deseo de los más pequeños por esos productos. Así podemos encontrar desde personajes de películas hasta personas de carne y hueso cercanas al público infantil (presentadores de televisión, actores, deportistas, etc.), pasando por personajes de dibujos animados, ya sean conocidos por todos, o bien, creados expresamente para la promoción del producto.
La promoción incluida en el envase de estos cereales de desayuno apenas permite ver siquiera de qué producto se trata. (Fuente)
Promociones
Otra táctica bien conocida es la inclusión de algún tipo de promoción dirigida a niños, como por ejemplo regalos (juguetes, cromos, pegatinas, etc.) o sorteos (viajes, cursos, aparatos electrónicos, etc.). De hecho no es raro ver algunas campañas centradas en publicitar prioritariamente dichas promociones, dejando a un lado el producto alimenticio que se supone debería protagonizarlas (y eso a pesar de que esta práctica no está permitida por el código PAOS).
Anuncio de Cola Cao en el que se promociona casi exclusivamente el regalo que se adjunta, algo que recordemos, no está permitido por el código PAOS de autorregulación de la publicidad.
Galletas Dibus Dragons de Gullón. Algunas tienen la silueta de un dragón y otras una peana para acoplar a las anteriores. Un juguete en sí mismas. (Fuente)
Reclamos que aluden a cualidades extraordinarias
Algunos productos incluyen en sus envases o en sus campañas publicitarias reclamos basados en supuestas cualidades del producto, como por ejemplo, el aporte de propiedades extraordinarias (fuerza, crecimiento, mayor aceptación por parte de sus compañeros, etc.) o de cualidades mágicas.
En este anuncio de Calippo se promocionan los helados como si fueran armas mágicas.
Lugar en el supermercado
El hecho de que muchos de los alimentos dirigidos a niños estén colocados a su altura en los estantes de los supermercados no es casual ni mucho menos.
¿Crees que estas chocolatinas están a pocos centímetros del suelo por casualidad?
Publicidad en medios de comunicación y en otros soportes
Como puedes imaginar, la publicidad de alimentos dirigida a niños se intenta ubicar estratégicamente en lugares (u horas) frecuentados por niños (a excepción de centros educativos, donde está prohibido por ley). Ya hemos hablado del código PAOS que regula dicha publicidad, aunque éste se refiere únicamente a medios escritos, audiovisuales e Internet y no a otros soportes como por ejemplo el envase del producto. Recordemos que este código presenta otras graves carencias (como la omisión de criterios relacionados con aspectos nutricionales) y que además es incumplido sistemáticamente.
En el exterior, personajes infantiles; en el interior, juguetes, y entre medias chocolate. La mejor forma de atraer a los niños.
– Patrocinio de eventos deportivos y equipaciones
Un buen número de niños tienen como ídolos a los deportistas profesionales que practican los deportes más populares, como fútbol, baloncesto o motociclismo. Por eso muchas empresas invierten recursos económicos en su patrocinio.
Imagen promocional de Nocilla, la “merienda oficial” de la selección española de baloncesto. (Fuente)
Publicidad dirigida a los responsables de la compra
Acabamos de ver algunas de las tácticas publicitarias que se emplean para intentar que los niños deseen adquirir determinados productos alimenticios, pero ¿qué ocurre cuando esa publicidad está dirigida a sus padres? En general, el aspecto más importante que busca un adulto a la hora de adquirir un alimento destinado a los menores que están a su cargo es la salud, es decir, se pretende que el producto en cuestión cubra sus necesidades nutricionales, y si aporta algún beneficio extra, pues mejor que mejor. Por eso, entre las estrategias que se emplean en la publicidad de alimentos infantiles dirigida a adultos, hay una que destaca por encima del resto: la de tratar de hacer pasar el producto en cuestión por alimento saludable.
Promoción de los bollos Vap’s, en el que se da a entender que son sanos por estar compuestos por leche, por aportar un 50% de la cantidad diaria recomendada de hierro y por estar horneados al vapor (¿?). Por si fuera poco, se muestra el patrocinio de una sociedad de dietética y nutrición. (Fuente)
Marca comercial
Una de las tácticas menos sutiles que se emplean con este fin es la de vender el producto bajo una denominación comercial que dé a entender que el producto es saludable. Ejemplos de ello son Kinder Bueno o Pascual Funciona.
Si se llama Kinder Bueno, no puede ser malo ¿no? (Fuente)
Destacar ciertos ingredientes con buena imagen
Otra estrategia que se emplea con la intención de disfrazar de alimento saludable el producto que se promociona es la de destacar ciertos ingredientes que tienen buena imagen para la mayoría de los consumidores, como por ejemplo leche, cereales, miel o huevos, obviando otros que suelen estar en mayor proporción y que son menos recomendables (como azúcar o grasa). Uno de los casos más representativos lo podemos encontrar en el ya mítico anuncio de Nocilla, en el que se entonaba la famosa canción de: “leche, cacao, avellanas y azúcar”.
Puedes ver la composición de este producto en la siguiente imagen:
Si nos fijamos en el etiquetado de este producto, en realidad la letra de la canción debería ser más bien: “azúcar (56%), aceite, cacao (8,5%), leche (4,5%) y avellanas (4%)”, aunque hay que reconocer que ponerle música sería más complicado.
Algo parecido sucede con la “crema de avellanas” Nutella:
Este producto, que se promociona como “crema de avellanas” en realidad está compuesto mayoritariamente por azúcar (en torno al 56%), mientras que su contenido en avellanas es del 16%. (Fuentes 1, 2)
Otro ejemplo bien conocido es el de las galletas Chiquilín, en cuya promoción se destaca el contenido de cereales, miel y huevos, además del aporte de energía.
Galletas Chiquilín, en cuyo envase y publicidad se destaca el contenido en cereales, miel y huevos, además del aporte de energía. (Fuente)
En el etiquetado de las famosas galletas podemos ver que el contenido de cereales (67%) está representado únicamente por harina de trigo refinada, que como ya vimos en su día, es poco recomendable (mejor elegir cereales integrales). Podemos observar además que el contenido de huevos es tan sólo del 2,4%, mientras que el de miel es del 0,7%. Nada se dice del contenido en azúcar, que es el segundo ingrediente en importancia cuantitativa, representando alrededor del 21% del peso total del producto. (Por cierto, debes saber que, a pesar de las propiedades casi milagrosas que algunos atribuyen a la miel, se trata de un alimento con alrededor de un 83% de azúcares simples).
Listado de ingredientes e información nutricional correspondientes a las galletas Chiquilín.
Fanta de Naranja, con un 8% de zumo y un 12,9% de azúcar. (Fuente)
Como ves, esta táctica de venta no es nueva ni mucho menos, aunque quizá en los últimos años se haya hecho cada vez más frecuente. Podemos encontrar infinidad de ejemplos como estos en las estanterías de los supermercados. Uno de los que llama especialmente la atención es el siguiente, en el que se juega con el tamaño de las letras para dar a entender que contiene leche, cuando lo que en realidad se indica es “sabor leche” (hay que aclarar, eso sí, que el producto contiene suero de leche en polvo y proteína de leche).
Etiquetado de Bollycao Sabor Leche.
Enriquecer el producto con vitaminas y minerales
Envase de Tosta Rica Bizcochitos, en el que se promociona el contenido de leche, 6 vitaminas, hierro, calcio y cereales. (Fuente)
estacar el aporte de energía
- no todas las fuentes de energía son iguales, o dicho de otro modo, hay unas fuentes de energía mucho más recomendables que otras: no es lo mismo obtener 500 kcal. a partir de un puñado de galletas que obtener dicha energía a partir de frutas y verduras.
- los niños españoles van sobrados de “energía”. Se puede afirmar que en España no existen problemas de desnutrición. El problema es precisamente el opuesto: el sobrepeso y la obesidad (recuerda que un 43% de los niños españoles presentan exceso de peso).
Envase de galletas Chiquilín Energy, en el que se promociona el aporte de energía.
Alegaciones de salud
Otro reclamo que se emplea frecuentemente en la publicidad de alimentos infantiles dirigida a adultos es el de las alegaciones de salud. En este aspecto el caso más famoso es sin lugar a dudas el del Actimel de Danone, un producto que como ya mencionamos en alguna ocasión, no obra los milagros que se insinúan en sus campañas publicitarias (tienes más información aquí).
Leche fermentada, con un 8,3% de azúcar añadido. (Fuente)
Por otra parte, ya hemos mencionado en repetidas ocasiones que para poder promocionar un alimento mediante alegaciones de propiedades saludables, éstas deben estar respaldadas mediante estudios científicos rigurosos y haber sido aprobadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Y efectivamente en muchos casos es así. Sin embargo son malinterpertadas por muchos consumidores (gracias en parte a la inestimable ayuda de la publicidad). Así, si lees “la vitamina D contribuye al mantenimiento normal de los huesos” significa que sin vitamina D tus huesos se deteriorarán (algo altamente improbable en el marco de una dieta saludable). Ahora bien, a diferencia de lo que muchos piensan, eso no quiere decir que consumir muchos alimentos ricos en vitamina D vaya a mejorar la calidad de tus huesos.
En el envase de las galletas Chiquilín Ositos se puede leer “calcio, fósforo, hierro y vitamina D para los huesos”, alegaciones permitidas, pero . Además se puede ver un dibujo de un niño sosteniendo unas pesas, lo que puede transmitir la idea de que este producto otorga fuerza (algo que estaría prohibido por el código PAOS si éste se aplicara a los envases).
Destacar la importancia de un desayuno “completo” y “equilibrado”
Otro de los reclamos que se repiten en muchas de las campañas publicitarias de alimentos infantiles se centran en la presunta importancia del desayuno. Según se indica en dichas promociones, se supone que el desayuno es la comida más importante del día, y se destaca que éste debe ser “completo” y “equilibrado”, para lo cual debe constar de fruta, leche y cereales (que suelen ser galletas o cereales de desayuno). A este respecto, en primer lugar debes saber que no está claro que el desayuno sea la comida más importante del día. En segundo lugar, lo de “equilibrado” y “completo” es una entelequia. Por último, no hay argumentos científicos que justifiquen que un buen desayuno deba estar constituido necesariamente por leche, cereales y fruta. Vamos, que puedes desayunar lentejas o pimientos asados si te apetece.
Imagen perteneciente a un envase de galletas Tosta Rica, en el que se muestran los elementos que supuestamente componen un desayuno equilibrado y completo: galletas, leche con cacao soluble y una manzana.
Promocionar un producto como sustituto de alimentos saludables
Muchos padres piensan que los zumos o purés de frutas pueden sustituir una pieza de fruta, pero lamento decirte que no es así. (Fuentes 1, 2, 3)
Patrocinio de eventos deportivos, equipaciones, etc.
Como mencionamos anteriormente, algunas marcas de productos insanos patrocinan eventos o equipaciones deportivas. Así, de paso que se acercan al público infantil, asocian su imagen con una práctica saludable.
Danet es una de las marcas más conocidas por incluir deportistas de élite en sus campañas publicitarias. En la imagen, el piloto de motociclismo Marc Márquez. (Fuente)
Patrocinadores relacionados con la nutrición o la salud
Otra estrategia que utilizan algunas empresas a la hora de vender este tipo de productos es la inclusión de algún logotipo que aporte buena imagen, como la de una organización relacionada con la salud o la nutrición. Como puedes imaginar, lo que piensa el consumidor al ver esos logotipos es que esas organizaciones avalan el producto y que por lo tanto éste es saludable. ¿Qué dice la legislación al respecto? La ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición prohíbe expresamente la aportación de testimonios de profesionales sanitarios o científicos, reales o ficticios, o de pacientes reales o supuestos, como medio de inducción al consumo, así como la sugerencia de un aval sanitario o científico. Ahora bien, también indica que se permitirá la utilización de avales de asociaciones, corporaciones, fundaciones o instituciones, relacionadas con la salud y la nutrición en la publicidad o promoción directa o indirecta de alimentos, cuando se trate de organizaciones sin ánimo de lucro, o bien, cuando se comprometan, por escrito, a utilizar los recursos económicos, obtenidos con esta colaboración en actividades que favorezcan la salud, a través de la investigación, desarrollo y divulgación especializada en el ámbito de la nutrición y la salud. Vamos, que como dice el amigo Juan Revenga, en el mismo paquete te venden el martillo y la tirita. Podemos encontrar varios ejemplos de ello:
– Asociación Española de Pediatría (AEP)
El logotipo de esta asociación de pediatras figura en el envase de numerosos alimentos insanos, tales como cereales de desayuno y galletas (por ejemplo el cacao soluble para bebés de Nestlé que vimos anteriormente, Chocapic de Nestlé, Dinosaurus de Artiach y Tosta Rica de Cuétara, entre otros). Sin duda el caso más famoso es el de las galletas Dinosaurus, debido a la intensa polémica que se generó hace unos meses a raíz de la denuncia que el dietista-nutricionista Julio Basulto realizó a través de Twitter y que derivó en una entrevista radiofónica (a partir del min. 48:00). La réplica dada por el vicepresidente de la AEP a través de una entrevista en el mismo medio radiofónico (a partir del min. 14:00) no hizo sino acentuar la indignación entre algunos de los dietistas-nutricionistas que apoyaron esta causa. Finalmente la denuncia fue reflejada en un artículo publicado en BMJ (British Medical Journal), una de las revistas científicas más relevantes del mundo.
Cuatro ejemplos de productos alimenticios en los que se muestra el logotipo de la Asociación Española de Pediatría: “cereales de desayuno” Chocapic de Nestlé, galletas Tosta Rica de Cuétara y galletas Dinosaurus Huevos y Dinosaurus de Artiach.
Esta marca dispone incluso de una web dirigida a pediatras a través de la cual pueden solicitar muestras gratuitas de galletas para distribuirlas en su consulta.
Imagen de la web de la marca Dinosaurus a través de la cual los pediatras pueden solicitar galletas de forma gratuita para distribuirlas en su consulta. (Fuente)
– Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA)
Cuatro ejemplos de productos en los que se muestra el logotipo de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). (Fuente)
El logotipo de la Fundación Alimentación Saludable, organización auspiciada por la SEDCA que acabamos de mencionar, figura en el envase de productos como Weikis de La Bella Easo.
Weikis de La Bella Easo, en cuyo envase se muestra el logotipo de la Fundación Alimentación Saludable.
– Otros reclamos relacionados con la salud
Observa un momento la esquina inferior izquierda de la caja que aparece en la siguiente imagen. ¿Ves una mano de colores? ¿Qué crees que representa?
(Haz click para ampliar). ¿Qué te sugiere la imagen de una mano pintada que se muestra en la esquina inferior izquierda?
Puede que esa imagen te evoque buenas sensaciones relacionadas con la salud. Tal vez es porque la estás confundiendo con esta otra que protagoniza la campaña 5 al día que promociona el consumo de frutas y hortalizas. Eso es al menos lo que le sucedió a la mayoría de las personas a las que pregunté. En realidad la mano que figura en la caja de galletas no tiene nada que ver con esto sino que va acompañada de un lema que indica “fomenta el desarrollo de la imaginación”. ¿Casualidad? No lo sé. ¿Tú que crees?
Logotipo de la campaña 5 al día para la promoción del consumo de frutas y verduras. (Fuente)
– Asesoramiento de supuestos profesionales de la dietética y la nutrición
Otro reclamo relacionado con la salud que cada vez es más frecuente en los envases de ciertos productos es la inclusión de un apartado dedicado al asesoramiento por parte de supuestos profesionales de la nutrición.
(Haz click para ampliar) Galletas Chiquilín ositos y galletas Dinosaurus, ambas de Artiach.
Una supuesta experta en nutrición promueve dogmas nutricionales en este anuncio de galletas TostaRica.
– Establecer planes relacionados con la salud
Firma de un acuerdo de colaboración entre la empresa PanricoDonuts y la Sociedad Española de Asteriosclerosis.
Dogmas nutricionales
1- El azúcar es importante y beneficioso en la dieta porque aporta energía.
En realidad nuestro organismo es capaz de obtener la glucosa y la fructosa que aporta la sacarosa (el azúcar de mesa) a partir de fuentes mucho más interesantes desde el punto de vista nutricional.
2- Adelgazar y engordar se resume en sumar y restar calorías
Ya hemos visto que el problema de la obesidad obedece a causas mucho más complejas
3- El principal responsable de la obesidad es el sedentarismo
Lo que acabamos de comentar en el punto anterior también sirve para éste.
4- Obtener energía a partir de los alimentos es lo importante. Da igual de qué tipo sean estos
En la dieta no sólo cuentan las calorías; también el aporte de macronutrientes, fibra, vitaminas, minerales, etc. es importante. Como mencionamos anteriormente, no es lo mismo obtener 500 kcal. a partir de bebidas azucaradas que hacerlo a partir de frutas y verduras.
5- No hay alimentos malos ni buenos, sino dieta equilibrada.
Prohibir alimentos es contraproducente, pero eso no significa que no haya “alimentos malos”. Las bebidas azucaradas son un ejemplo de ello: solamente se toman por el placer que produce su consumo, ya que no aportan ningún beneficio desde el punto de vista nutricional; es más, su consumo habitual presenta riesgos potenciales para la salud.
En esta famosa imagen puedes ver la cantidad de azúcar que contiene una de las bebidas azucaradas más consumidas. (Fuente)
6- No pasa nada por comer un alimento insano de vez en cuando
Es cierto. El problema es que su consumo (o el de diferentes tipos de alimentos insanos) no suele ser ocasional (que sería lo recomendable), sino más bien habitual.
7- El desayuno es la comida más importante del día
No hay evidencias científicas suficientes que permitan asegurarlo.
8- El desayuno debe estar constituido por fruta, leche y cereales
Una afirmación infundada, sin evidencias científicas que la respalden.
9- Necesitamos suplementos de vitaminas y minerales. Cuantos más tomemos, mejor para nuestra salud.
La suplementación con vitaminas y minerales es innecesaria en el marco de una dieta saludable. De hecho, el consumo excesivo de algunos de estos compuestos no aporta ningún beneficio extra e incluso puede resultar perjudicial para la salud.
10- Un zumo puede sustituir a una pieza de fruta
Los zumos (sean caseros o no) presentan varios inconvenientes frente a las piezas de fruta: aportan menos fibra, sacian menos, el azúcar que contienen se metaboliza mucho más rápidamente, etc. Aquí tienes más información.
11- Las galletas o los cereales de desayuno pueden sustituir a los cereales
Las galletas (sean caseras o no) y los cereales de desayuno están compuestos en la mayoría de los casos por harinas refinadas, con lo que se eliminan parte de los beneficios que aportan los cereales integrales (fibra, vitaminas, minerales, etc.). Ya hablamos sobre éste y otros aspectos en un artículo anterior. Además estos productos suelen contener elevadas proporciones de azúcar. Son muchos los que piensan que las galletas tipo maría son “sanas”, pero en realidad están compuestas por harinas refinadas, grasa y una notable cantidad de azúcar, motivos por los cuales se clasifican como bollería.
Porcentaje de grasa total, grasa saturada y azúcar en el croissant, así como en las galletas María y “Digestive”. Fuente: Farran A, et al. Tabla de composición de los alimentos. Barcelona: Universidad de Barcelona-CESNID; 2004. Tomado de http://comeronocomer.es/la-carta/la-galleta-maria-es-tan-bolleria-como-el-croissant#sthash.sOqUWDzw.dpuf
12- La dieta debe estar conformada por una proporción concreta de cada macronutriente (grasas, proteínas, carbohidratos)
No hay evidencias científicas suficientes que respalden esta afirmación.
En este caso es obvio que lo que tienes delante no son fresas, ni tienen las propiedades nutricionales de las fresas. En otros casos el consumidor no lo tiene tan claro. (Fuente)
¿Qué podemos hacer para mejorar la alimentación de nuestros hijos?
Creo que buena parte de ello se resume en una frase del gran dietista-nutricionista Julio Basulto: no negar y no ofrecer. Es decir, no prohibirles a nuestros hijos alimentos insanos. ¿Y qué hacemos si caen en sus manos? Pues en pocas palabras, lo mejor es hacer la vista gorda, ya que la prohibición puede ser contraproducente. Lo importante es que adquieran hábitos saludables desde temprana edad, y para ello es fundamental no ofrecerles alimentos insanos y predicar con el ejemplo. A continuación puedes ver una interesante entrevista en la que se sintetiza parte de su recomendable libro Se me hace bola:
Fuente del artículo:
www.gominolasdepetroleo.com
http://bit.ly/1T2GCxx
Fuentes
– Basulto, J. (2013). Se me hace bola. Cuando no comen como queramos que coman. Ed. Random House Mondadori S.A. Barcelona, España.
– Domínguez Aurrecoechea B, Sánchez Echenique M, Ordóñez Alonso MÁ, Pérez Candás JI, Delfrade Osinaga J. Estado nutricional de la población infantil en Asturias (Estudio ESNUPI-AS): delgadez, sobrepeso, obesidad y talla baja. Rev Pediatr Aten Primaria. 2015;17:e21-e31.
http://aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/evaluacion_riesgos/subseccion/enalia.shtml
http://aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/evaluacion_riesgos/subseccion/otras_encuestas.shtml
http://www.aesan.mspsi.gob.es/AESAN/docs/docs/evaluacion_riesgos/Valencia_1_2_3.pdf
http://www.aesan.mspsi.gob.es/AESAN/docs/docs/evaluacion_riesgos/Madrid.pdf
http://aesan.msssi.gob.es/AESAN/docs/docs/evaluacion_riesgos/comite_cientifico/CRITERIOS_NUTRIENTES.pdf
http://www.boe.es/boe/dias/2011/07/06/pdfs/BOE-A-2011-11604.pdf
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http://comeronocomer.es/la-carta/no-quiero-que-obliguen-comer-mi-hijo-en-la-escuela-que-puedo-hacer
http://comeronocomer.es/la-carta/la-galleta-maria-es-tan-bolleria-como-el-croissant
http://comeronocomer.es/muy-real/la-dieta-mas-saludable-no-tiene-apellido
http://www.eufic.org/article/es/artid/determinantes-socioeconomicos-eleccion-alimentos/
http://cadenaser.com/programa/2015/05/27/ser_consumidor/1432720297_173574.html
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http://scientiablog.com/2013/09/19/actimel-2-platano-de-canarias-0/
Imágenes
Galletas, Nag factor, Manzana, dulces, conciliación, coliflor, martillo, tirita
Cálculos
Los cálculos realizados para el supuesto que se propone en el artículo son los siguientes:
- Desayuno:
- cacao soluble marca Cola Cao, dos cucharadas (unos 18 g): 12,6 g de azúcar
- galletas marca Dinosaurus, un paquete individual de cuatro (2,2 g de azúcar por cada galleta): total 8,8 g de azúcar
- Almuerzo:
- zumo de piña marca Don Simón (200 ml): 2,4 g de azúcar
- galletas marca Dinosaurus, un paquete individual de cuatro (2,2 g de azúcar por cada galleta): total 8,8 g de azúcar
- Comida:
- natillas marca Danet (125 g): 18,6 g de azúcar
- Merienda:
- galletas marca Dinosaurus, un paquete individual de cuatro (2,2 g de azúcar por cada galleta): total 8,8 g de azúcar
- postre lácteo tipo petit suisse marca Danonino Maxidino (100g): 13,5g de azúcar
- Cena:
- yogur azucarado marca Danone: 15,6 g de azúcar, de los cuales 5 g forman parte del yogur de manera natural. Así pues, la cantidad de azúcar añadido es de 10,6g
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